Mediados de noviembre, día desapacible y lluvioso. Unos viajeros llegan a su alojamiento y al traspasar la puerta, notan que hace casi más frío dentro que fuera. Primer jarro de agua fría… y nunca mejor dicho.
Lo primero que debe hacer un alojamiento es cubrir las necesidades básicas de las personas y la de resguardarse del frio es una de las más importantes. No hay peor situación, sobre todo para los turistas extranjeros (algunos de los cuales están convencidos de que España es un país de clima casi tropical…) que la de pasar frío durante su estancia. Aunque el resto de los elementos de la casa sean perfectos, se sentirán permanentemente incómodos y, por supuesto, no les quedarán ganas de volver ni de hacer buenas valoraciones.
Para evitar que esto suceda, lo primordial es contar con un buen sistema de calefacción. Las opciones son muchas en función de las características de la vivienda. Las más comunes son la calefacción por gas natural o los radiadores eléctricos, pero algunas alternativas como las chimeneas de leña o el suelo radiante pueden convertirse en un reclamo por sí solas, sobre todo para huéspedes que no tengan estos sistemas en sus hogares y los encuentren atractivos. La atmósfera casi mágica que transmite una chimenea encendida o la agradable sensación de caminar descalzo sobre un suelo cálido, pueden ofrecerse como algo excepcional en la descripción del alojamiento.
Asimismo, el aislamiento de puertas y ventanas también es clave, ya que son las mayores vías de escape de calor. Contar con ventanas con rotura de puente térmico o en su defecto instalar burletes o espumas de aislamiento te ayudará a reducir la pérdida de energía, haciendo que tus huéspedes se encuentren más cómodos y también a ahorrar en la factura final.
Obviamente, no basta con instalar el sistema de calefacción, es imprescindible mantenerlo en perfectas condiciones y tenerlo listo y encendido cuando lleguen nuestros huéspedes para que su primera sensación sea agradable. Si tienen que llegar, encenderlo y esperar a que la casa vaya subiendo de temperatura, no les causará la misma impresión positiva que si entran directamente en un ambiente cálido. Este es, precisamente uno de los servicios que proporciona Weguest, el mantenimiento y la reparación de las instalaciones, así como la preparación de todo lo necesario para la llegada de los huéspedes.
Así que ya sabes, mantén el calor de hogar: tus huéspedes se sentirán como en casa y sus valoraciones y comentarios serán positivos y… cálidos.